Historias de peluquería…
Un alma no vidente entró al salón.
La recibí preguntándome por dentro para que querría peinarse, si no vería el resultado? Sería para verse bien ante los otros, pensé . Noté que sabía reírse de sí misma, por sus comentarios; y tenía una voz muy fuerte, como si por no poder ver quisiera hacerse oír.
Me contó la historia de su ceguera, casi de manera divertida; como obligándome a reír con ella, a pesar que un escalofrío corría por mi espalda de sólo pensarlo.
No pude más que admirar su espíritu y preguntarme qué tan ciega estaba yo? Como me paro yo frente a mis dificultades? Las circunstancias me determinan? O yo determino las circunstancias?
Una frase de Nietzsche vino a mi mente. … “quien tiene un para qué, siempre encuentra un cómo“. Es la elección de la actitud personal frente a lo que nos pasa, es una postura ante la vida, y tenemos en nuestras manos, la libertad de elegir cual tomar.
Su paso por el salón, no fue casual.La vida nos pone por delante a las personas indicadas, en el momento indicado. Está en cada uno saber leer la lección
–Ahora sí me “Veo” linda, dijo.
Su alma tocó la mía, y mi alma, la peinó.
CINTHIA ENDEN * COACH ontológico organizacional
www.peinandoalmas.com
info@peinandoalmas.com.ar
Comentarios
Publicar un comentario